
Cuantas veces el deseo de tener la vida perfecta, la pareja, el trabajo, los amigos y la carrera perfecta, lleva a la ansiedad, culpa y frustración. Existe esa lucha interna de querer tener todo bajo control y sentirnos exhaustos al no lograrlo. Tener expectativas altas y no llenarlas.
El perfeccionismo es un arma silenciosa que nos lleva a autocastigarnos y nos consume lentamente. Y el problema no es que queramos obtener los mejores resultados posibles, tener expectativas altas o metas grandes, el problema radica en como reaccionamos cuando no llegamos a cumplirlas.
Por ejemplo, ¿te da miedo no alcanzar tus objetivos? ¿Comparas continuamente tu desempeño con la de otras personas? ¿Evitas hacer ciertas cosas por miedo al fracaso o no ser suficiente? ¿Te juzgas bruscamente en base a tus logros?
Cuando el ponerse estándares exagerados comienzan a ser una carga interna y física para la salud, es momento de reflexionar si estas cayendo en el abismo del perfeccionismo. Cuando en tu dialogo interno existen frases como: ‘eres un fracasado’ ‘nunca puedes hacer nada bien’ ‘que tonto eres’ ‘nadie te va a querer así’ ‘no vales nada’ ‘todos se burlaran de ti’ ‘no has hecho nada de tu vida’ etc.
El perfeccionismo toma más fuerza cuando hay una autoevaluación negativa hacia nosotros mismos al no lograr nuestras metas. Evaluamos compulsivamente nuestro desempeño en cada área de nuestra vida y medimos nuestro valor personal en relación con nuestros resultados.
Somos tan rígidos con nosotros mismos, que no solo causa estrés, sino que la propia autoestima se ve destruida ante el más pequeño error. No existe una medida saludable ante los posibles errores o fracasos que pudieran surgir.
¿Pero cómo modificarlo?
No es fácil modificarlo, ya que requiere de un trabajo cognitivo profundo, pero si podemos empezar con:
• Realizar actividades con el simple fin de disfrutarlas y no para obtener un resultado especifico
• Ser espontáneos
• Disminuir la autocritica
• Lograr un balance entre aceptación y cambio
• Celebrar todos los éxitos por muy pequeños que sean
• Buscar el origen de la búsqueda por la perfección
Reinvéntate día con día, dejando de perseguir el ideal de la perfección. Entiende y acéptate completamente, aun cuando no entres en el cuadro perfecto que siempre te imaginaste. Al final, eres solo tu quien decide vivir una vida imperfectamente perfecta.
©Laura Evelia – Autora de los libros: “Maravillosa𝓂𝑒𝓃𝓉𝑒 Rebelde”, “Y tú, ¿qué vas a hacer cuando vivas?”, “El éxito lo diseñas Tú” y Mi Mejor Enemiga”