
Por años se nos ha condicionado a no estar solos. Hay un miedo oculto a la soledad y se busca de cualquier forma evitarla, adormecerla o eliminarla. Incluso, muchos se quedan en relaciones destructivas por el miedo a la soledad. Es como si al estar solos, nos estamos perdiendo de algo, no somos importantes o no encajamos en las expectativas ajenas.
La soledad puede llegar a tu vida de dos formas: de manera forzada o por decisión propia. Ambas formas tienen su propio impacto. Por ejemplo, la soledad forzada es la que llega sin aviso o por circunstancias que no elegiste, afectando el estado de ánimo y ocasionando problemas físicos, sensaciones de tristeza, ansiedad, miedo, un vacío interno, depresión, etc. Este tipo de soledad puede ser destructiva si no se sabe lidiar con ella o se busca ayuda profesional.
Por otro lado, cuando se busca la soledad de forma consciente y por decisión propia, es decir, estar a solas sin sentirse solo, tienes la oportunidad de conocer una gran parte de tu ser. Porque al tener esos momentos de intimidad contigo mismo puedes profundizar en tu propia originalidad con total libertad.
Es cierto, es desafiante estar solo, pero al experimentar y disfrutar continuos instantes de soledad, fomenta tu bienestar emocional. No solo aprendes a conocerte, sino que fortaleces tu carácter al observarte a través de la introspección y el cuestionamiento continuo. Es durante la soledad que puedes contestar tus propias preguntas y aclarar cada uno de tus pensamientos. Así que disfruta de esos momentos de total libertad.
Ahora, no significa que tenemos que aislarnos todo el tiempo y permitir que la soledad se vuelva una adición, sino de disfrutar cada momento vivido. Si estamos en compañía de otras personas, disfrutarla y estar presentes. Si estamos a solas, de igual forma, estar tranquilos y disfrutar ese espacio de silencio para el cuestionamiento propio y autoconocimiento reflexivo.
Es en los momentos de soledad que:
• Logras conocerte
• La consciencia es percibida
• Encuentras tu propia compañía
• La creatividad florece
Es en el silencio de la soledad que encuentras tus respuestas más anheladas. Así que has de la soledad el momento ideal para calmar la confusión mental y observar tu propio ser. Acéptala. Elige vivir y aprender de ella. ¡La decisión es tuya!
©Laura Evelia – Autora de los libros: “Maravillosa𝓂𝑒𝓃𝓉𝑒 Rebelde”, “Y tú, ¿qué vas a hacer cuando vivas?”, “El éxito lo diseñas Tú” y Mi Mejor Enemiga”