
¿Cuántas veces hemos escuchado esta frase en películas, en guerras, en la política, en la sociedad en general? Se dice que para ganar una guerra la clave está en dividir y conquistar. Se inculca que el hecho de dividir a tus oponentes los hará más débiles y te dará la victoria.
Llevándolo al ámbito del liderazgo y desarrollo personal, esto no está más allá de la verdad. Sin embargo, no me refiero a dividir a otros, sino a dividir cada parte de nosotros mismos y conquistarla, en el que el principal objetivo sea llegar a ser un mejor líder y una mejor versión de lo que podríamos llegar a ser. Así que el primer paso para crecer y desarrollar nuevas capacidades o actitudes es dividir y conquistar; dividirnos e ir conquistando cada parte de nosotros.
Divide
Divide aquellas actitudes o comportamientos que te sirven de aquellas que te detienen. Enfócate en el resultado final y en la persona que deseas convertirte y busca esas capacidades que te harán único y genuino. Una vez que sepas que comportamientos te gustaría conquistar, divídelas en pequeñas partes, y trabaja en ellas día con día. Al igual que en cualquier proyecto, al dividir las tareas en partes pequeñas, te dará otra perspectiva de su magnitud y la posibilidad de trabajar en ellas continuamente.
Practica
Si una de tus metas como líder es aprender a ser un mejor oyente, encuentra oportunidades en donde practicar el escuchar a otros y mejorar día con día. La práctica de ciertas actitudes y habilidades requieren mucha paciencia y un constante aprendizaje. El Dr. George Bartzokis, neurólogo de la Universidad de UCLA, asegura que nuestros cerebros son buenos al construir conexiones. Y es en los momentos de frustración y lucha, cuando nuestro cerebro construye nuevas conexiones neuronales; creando nuevas formas de actuar y pensar. La práctica diaria es esencial ya que crea un nuevo hábito. Y a pesar de que la práctica repetitiva al comienzo de cualquier meta es desafiante, al final crea un camino sólido y resultados perdurables.
Conquista
Al igual que dividimos en pasos cuando aprendemos a cocinar, manejar, andar en bicicleta o un nuevo lenguaje, etc., no te preocupes por los errores cometidos o el tiempo tomado al dominar tus objetivos. El adquirir nuevos talentos requiere tiempo. Lo importante es explorar diferentes formas de crear un impacto positivo en ti. Sin embargo, pregúntate a ti mismo, ¿que estoy haciendo bien? ¿Cómo puedo mejorar? ¿Que funciona? ¿Que no funciona? y ¿Porque? Una vez que domines con precisión una cualidad o capacidad que deseabas, sigue con la siguiente, esto elevara tu autoestima y creara un deseo por seguir conquistándote a ti mismo cada día.
Al final de todo es importante saber que al dividir no solo nuestro tiempo, sino nuestro progreso en el desarrollo personal, iremos conquistando cada día aquellas actitudes o habilidades que en algún momento parecieron inalcanzables. El mantener desafiándonos a nosotros mismos día con día es donde el verdadero desarrollo aparece. Aquellas ideas, pensamientos o conductas que son conquistadas una por una, es solo un paso para lograr conquistarnos individualmente para el cumplimiento de nuestras metas y objetivos anhelados.
© Laura Evelia — Autora de los Libros: “Maravillosa𝓂𝑒𝓃𝓉𝑒 Rebelde”, “Y tú, ¿qué vas a hacer cuando vivas?”, “El éxito lo diseñas Tú” y Mi Mejor Enemiga”