
¿Cuántas de nuestras opiniones, ideas o creencias, en verdad, son nuestras? ¿Cuánto de lo que pensamos, decidimos y hacemos está basado en lo que realmente somos?
La mayoría de nuestros pensamientos, creencias y opiniones son el resultado de nuestra herencia social. Lo que creen u opinan las personas más cercanas con las que nos asociamos, crea fuertes convicciones en nosotros.
Todo surge de la tendencia que tenemos como seres humanos de imitar lo que otros hacen, dicen o piensan sin CUESTIONARLO. Incluso, cuando nosotros no creemos ciertas cosas, la constante asociación nos lleva a absorber lo que otros piensan y creen y gradualmente vamos aceptando sus creencias.
Los hábitos se observan, se aprenden y se desarrollan. Y la constante asociación con otras personas y los medios sociales cambian nuestras opiniones y puntos de vista, debilitando nuestro propio pensamiento. Aun cuando tengamos la idea que no se nos influye, la asociación continua con otros tiene un efecto en nuestro ser y en nuestra vida.
Por supuesto, es más fácil aceptar lo que alguien más dice, que darnos a la tarea de investigar y pensar por nuestra propia cuenta. Pero, ¿a qué precio? En el momento que comienzas a cultivar ideas ajenas, vas perdiendo poco a poco tu identidad, tu esencia y la posibilidad de ser un pensador libre y autentico.
No permitamos que otros impongan sus propios puntos de vista en base a lo que ellos vivieron o alguien más les hizo creer. Tenemos el gran privilegio de pensar por nosotros mismos y crear nuestras propias opiniones.
No creas todo lo que ves, escuchas o te dicen sin antes cuestionarlo e investigarlo. Usa tu mente y decide si aceptas o rechazas cualquier idea impuesta que no te beneficia. Al final, tus asociaciones te debilitan o te ayudan a crecer y evolucionar.
Usa tu privilegio de decisión y se sabio al decidir:
• Con quien compartes tu tiempo
• A quien escuchas
• Que ideas aceptas
• Que hábitos adoptas
Cuando tienes una idea clara de donde surgen tus pensamientos u opiniones, no hay ambiente o persona alguna que influya en tus decisiones y acciones. Investiga, cuestiona, pero sobre todo piensa por ti mismo y llega a tus propias conclusiones. ¡La decisión es tuya!
©Laura Evelia – Autora de los libros: “Maravillosa𝓂𝑒𝓃𝓉𝑒 Rebelde”, “Y tú, ¿qué vas a hacer cuando vivas?”, “El éxito lo diseñas Tú” y Mi Mejor Enemiga”