
En los últimos años hemos sido testigos de múltiples decisiones erróneas a nivel organizacional, político, social e individual. Es un desafío tomar decisiones acertadas y resolver conflictos en una manera rápida y empática no solo a nivel profesional sino individual. Es aún más desafiante cuando los conflictos y las decisiones interfieren con creencias personales, sentimientos, ideas y paradigmas construidos. La toma de decisiones crea un impacto negativo y dilemas internos cuando abarca solo el interés personal y la falta de razonamiento.
Al enfrentar algún momento de decisión a nivel personal u organización, las presiones externas e internas y otros factores crean una estrecha vereda a la respuesta rápida de una decisión. En estos casos, por ejemplo, es muy difícil analizar los diferentes contextos en la toma de decisiones, creando conflictos aún más grandes.
Estar en una posición de decisión es un desafío. De hecho la vida que tenemos hoy ha sido resultado de las decisiones que tomamos en el pasado. Queremos cambiar nuestro futuro? Tomemos mejores decisiones hoy.
Evaluar las consecuencias de nuestras decisiones
Nos demos cuenta o no, nuestras decisiones tienen consecuencias tanto a corto como a largo plazo. De ahí, que es importante tomar decisiones sobre cómo nos gustaría vivir en los próximos años y tomar la responsabilidad de nuestras acciones, pensamientos, y comportamientos y no permitir que estos nos cieguen al tomar decisiones de manera ética.
Las decisiones son influenciadas por muchos factores
Es importante darnos cuenta también que el comportamiento humano es influenciado por varios factores y estos conllevan a la toma de una decisión errónea o imprevista. Estemos alerta de aquellos factores tales como emociones positivas o negativas al momento de la decisión, la presión externa, el estrés, los estereotipos, nuestras creencias, ideologías entre otros. Además del condicionamiento ejercido por nuestro núcleo social y familiar, afectando nuestra coherencia.
Pensamiento critico
En una situación en donde se experimenta presión, frustración, enojo u otras emociones, pueden influenciar el juicio de la persona. Al tomar una decisión es crucial también preguntarse el resultado que se desea obtener. Teniendo claro tu objetivo es más fácil tomar la decisión adecuada que te llevara a realizarlo. Las decisiones sin un pensamiento y evaluación crítica previa podrían causar impactos negativos difíciles de superar tales como la culpa.
Autoevaluación
Es a través de la autoevaluación que podremos conocernos a nosotros mismos y navegar en las distintas etapas de nuestra ser, creara un nivel diferente al tomar una decisión. Estaremos mejor preparados y aprenderemos a tomar mejores decisiones. Al evaluarnos a nosotros mismos podremos aprender de nuestros errores y mejorar nuestro juicio, guiando nuestras emociones o impulsos hacia decisiones que favorezcan nuestro propio ser y aquellos que nos rodean en lugar de reaccionar de manera abrupta.
El tomar decisiones conlleva una gran responsabilidad. El mundo, la gente a nuestro alrededor y la tecnología está cambiando rápidamente, así que es primordial desarrollar y evaluarnos a nosotros mismos día con día. Es esencial estar alertas de aquellos comportamientos, decisiones y juicios hechos rápidamente sin previo análisis. Pero sobre todo estar dispuestos a vivir con las consecuencias de todas y cada una de nuestras decisiones hechas consciente o inconscientemente.
© Laura Evelia — Autora de los Libros: “Maravillosa𝓂𝑒𝓃𝓉𝑒 Rebelde”, “Y tú, ¿qué vas a hacer cuando vivas?”, “El éxito lo diseñas Tú” y Mi Mejor Enemiga”